Hace poco menos de un año la Ciudad de México llenó de felicidad muchos hogares homosexuales al anunciar la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo en la capital. La cámara local de diputados definió la contienda con 39 votos a favor y 20 en contra; ¿cómo interactúan los componentes de la opinión pública en este caso en particular? Podemos emplear el método cuantitativo derivado de la escuela de Converse y desarrollado por Kinder para comprender su estudio empírico de las encuestas.

 

El desarrollo de la opinión pública en nuestro país tuvo una aceleración lenta por el tipo de régimen político al que estuvo sometido y el transcurso del tiempo la información fue formando dos sesgos en la población; las élites informadas y el grueso de la población con subniveles de información. Más allá del producto final, dice Kinder, hay que tomar en cuenta el proceso de formación de la opinión. En México: por un lado, la democracia tiene una correlación con los nuevos espacios para la libertad de expresión, citando a Moreno y Sánchez, las encuestas principalmente iniciaron para generan conocimiento científico solido y apuntalar política publica significativa; dar voz a las personas era una externalidad positiva pero aún secundaria. Por el otro lado, la democracia tuvo su periodo de esplendor opacado durante sus años de apogeo por el autoritarismo PRIista, en donde la información era de carácter confidencial y limitada por las instituciones propias del partido.

Las dos caras de la democracia. El grueso de la población, a diferencia de las élites informadas, no tiene un sistema de creencias ideológicamente coherente sobre los temas políticos. Conforme el nivel de información va escaseando en las personas, las ideas muestran una mayor desorganización, se nutren de conceptos políticos muy poco imprecisos y padecen de inconsistencia con el tiempo. Por el contrario, las élites informadas cuentan con un sistema abstracto de creencias que guían, de manera coherente, las opiniones sobre diversos temas. Estos dos casos se generan, por falta de asociación entre posturas ideológicas y los partidos, un fracaso para usar conceptos ideológicos abstractos que establecen vínculos entre los diversos temas. Se concluye que quienes conforman su grupo de estudio logran ver el plano político con lo que denominan “inocencia ideológica”.

 

La opinión púbica en México se explica por su demanda y oferta; demanda, como la necesidad de predecir las posturas y la oferta, como el desarrollo de un entendimiento de la sociedad. La demanda de políticas para las necesidades de la sociedad actual que aqueja a los mexicanos, como los matrimonios gays. Demandantes que en su mayoría son consistentes en el tiempo, tienen una ideología clara y medios disponibles de acción. Hay hombres y mujeres con lugares privilegiados que han hecho llegar su demanda a las cámaras de manera más viable. Todo esto sirve para generar una fotografía de la sociedad, los matices reflejaban la temperatura de los ánimos de la población y en general sustentaban la toma de decisiones y predicción de los resultados.

La información es un arma de dos filos, nos otorga más democracia a un precio muy alto. Los ciudadanos se informan porque son educados cívicamente ya que son parte de la élite que tiene influencia directa en el proceso democrático y sus intereses están directamente en juego. Las personas que no saben, no opinan, no se angustian y - lo más probable- no se movilizan.

 

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