El siguiente trabajo fue hecho por los politólogos Martha López, Eduardo Nateras y por su servidora. Básicamente tardamos 2 semanas en planetear y desarrollar nuestro tema de interés. Disfrútenlo.

 

 

  La satisfacción que genera la Democracia medida por sus ciudadanos.  

La hipótesis de este modelo pretende probar el nivel de satisfacción que le da una democracia a los ciudadanos de América Latina en once diferentes países determinándose en función a la distribución de ingreso, a la calificación que las personas les dan a su gobierno, la evaluación que le dan al trabajo de los partidos políticos así como la confianza que le tienen al poder ejecutivo es decir, el presidente. Los datos utilizados fueron obtenidos del  estudio de opinión pública Latinobarómetro ONG para obtener datos de percepción social, política y económica, así como de la base de datos del Penn World Table para obtener datos económicos como el PIB. Estas nos permitieron desarrollar un modelo tipo Logit gracias al cual se probó la hipótesis.

 

I.                   Introducción

La democracia es el sistema de organización política más aceptado en el mundo pero son pocos los estudios realizados en la región de América Latina. Democracias que nacen de territorios independizados y se caracterizan principalmente, por un lado, del tipo de régimen que adopten y del grado por el cual este tipo de régimen garantice ciertos derechos elementales de los ciudadanos, por ejemplo; trabajo, alimentación, salud, educación, seguridad o integración a la sociedad. (Costa, 2001) Por otro lado, de la consolidación y su eficiencia consideramos que se vincula al buen funcionamiento de sus instituciones políticas y el comportamiento democrático de sus élites.

            En este trabajo trataremos de explicar cómo factores como la redistribución del ingreso y la confianza en el gobierno, entre otros, puede afectar la percepción de la personas con respecto a la Democracia que se vive en sus países.

            Autores como Jacobs y Shapiro (Jacobs, 1999) mencionan que la opinión de los ciudadanos respecto a su forma de gobierno resulta importante para los políticos, pues moldea el tipo de políticas públicas y la forma en que se tomarán las decisiones en el gobierno. Así mismo, resaltan la importancia de las encuestas y la opinión de los gobernados para lograr el triunfo de un candidato, o en su defecto, la reelección.

            La Democracia en varias teorías es considerada un régimen deseable para el ciudadano, puesto que postula ciertas libertades y derechos, y es aquella en la que se encuentra una distribución más justa de la riqueza, en la que existe mayor transparencia.

            Al respecto, Adam Przeworski establece que en una democracia representativa las decisiones son tomadas por representantes electos y ellos imponen el tipo de normas que deben de cumplirse. Lo cuestionable de este hecho es tratar de explicar ¿por qué los gobernantes habrían de actuar en beneficio del interés de otros? Porque a través del voto podemos reemplazar o premiar en países en los que se permite la reelección, mediante elecciones, por lo cual la forma en la que perciben los votantes a su gobierno y su presidente influye en su voto, directamente en su percepción de la Democracia. (Przeworski, 1998)

            Este hecho, sin duda, representa una de las grandes ventajas que tiene la democracia con respecto a otras formas de gobierno, pues sus intereses se ven reflejados en las políticas como mencionamos anteriormente.  Es importante determinar qué factores son los que influyen en los países latinoamericanos para seleccionar un tipo de gobierno en lugar de otro.

Así mismo, es importante pensar las teorías del voto retrospectivo. Como lo establece Ulises Beltrán, si los ciudadanos perciben que su situación empeoró con respecto a la situación que tenían antes de la última elección, en la siguiente elección votarán en contra de los candidatos del partido en el gobierno. De esta manera, dependiendo de la forma en que los ciudadanos perciban su situación económica, política y social en el momento de la elección, así como a forma en la que a consideración suya las políticas públicas lo hayan afectado o beneficiado, serán fundamentales en la decisión que tomen en el momento de emitir su voto (Beltrán, 2000).

Como lo establecen Dorn et al., además de la democracia y de la cultura, existen otros factores, como la situación económica de un país o el ingreso de los habitantes, que afectan el bienestar de la población y la satisfacción con respecto a su nivel de vida (Dorn, 2006).

Otra variable que se consideró importante para el análisis fue la educación, pues autores como Lipset (Lipset, 1960), proponen que este es un valor democrático, lo cual atribuye que a mayor educación la gente es más consciente de lo necesario que es la Democracia.

II.                Propuesta del Modelo

Gracias a las anteriores teorías formulamos nuestro primer modelo: el grado de satisfacción que los ciudadanos sienten en los países de América Latina está en función de tres esferas; primero, económico tal como la percepción de la justa distribución de ingreso, el PIB per cápita y la calificación que cada persona le da a su economía; segundo, aspecto social con el sentimiento de garantía a los derechos de protección al crimen, oportunidades de conseguir trabajo, acceso a la justicia y a la justa redistribución de ingreso, y por último la esfera de lo político con la evaluación hacia su parlamento, partidos políticos y poder judicial así como el nivel de confianza que se tiene en las instituciones como gobierno y poder judicial, legislativo y ejecutivo.

El modelo que construimos con estas fuentes tiene como unidad de observación a 17 países con un total de 19212 de datos. La variable dependiente que utilizaremos para medir la satisfacción de la democracia fue del “Latinobarómetro” estudio de opinión pública por una ONG de Santiago de Chile que se aplica anualmente en entrevistas en 18 países de América Latina representando a más de 400 millones de habitantes. Utilizamos los datos arrojados del 2007 y utilizamos once países el cual incluye Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.[1]

A continuación mencionaremos las variables que se escogieron para cada una de las variables a consideración.

En primer lugar, para el espectro económico se escogió la percepción de la distribución del ingreso medida del uno al diez (uno como los de menor ingreso y diez como la mayor) y PIB per cápita, pero optamos por modelar con el ingreso ya que el PIB en el estudio exploratorio resultó poco significativo.

 Las variables que nos permiten medir la percepción del espectro de gobierno y  sus políticas públicas, tomamos en cuenta la variable que mide el nivel de confianza que se tienen en el gobierno y la confianza en el presidente. Para variables que califican la aprobación del trabajo de partidos políticos, usamos la variable ‘trabajo de los partidos políticos.

En un inicio utilizamos las variables que pensamos que influirían más en los niveles de percepción de una democracia como es la educación, sexo, edad, niveles de corrupción y el nivel de confianza en el poder judicial pero no lograron diferenciar a perfiles con respecto a la percepción. No existía una gran influencia en los resultados.

Finalmente, nuestra variable dependiente resulto: satisfacción de la democracia, la definimos a partir de las respuestas del Latinobarómetro del año 2007, recodificándola como aquellos que se sienten algo o nada satisfechos como 0 y los que se autoevalúan como muy satisfechos y satisfechos como 1.

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